Crean un espacio de juego que se adapta a las necesidades de cada niño

Cuando somos niños buscamos un lugar en el que sentirnos seguros e integrados, un refugio que podamos explorar mientras jugamos y en el que nada ni nadie nos excluya.
El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño expresa que «los estados partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes». Sin embargo, según el Instituto Tecnológico del Juguete, en 2010 había en España 118.000 niños/as con discapacidad, lo que supone que más de 118.000 niños y niñas encuentran dificultades para participar en los juegos que comparten las demás personas de su edad.
Patricia Medina Quero y Andrey García Corredor descubrieron al acercarse como padres al mundo del juguete que la oferta existente no satisfacía sus necesidades y exigencias. Ante este panorama, su espíritu emprendedor iluminó las ideas con las que crearon Mi Refugio Infantil, el proyecto con el que buscan potenciar el desarrollo de los niños, su creatividad y la importancia de compartir el juego entre menores de diferentes edades, grados de desarrollo o necesidades especiales.
Mi refugio Infantil nace como un innovador espacio de juego para cualquier niño, adaptándose a sus necesidades motoras, intelectuales y sensoriales y permitiendo el juego conjunto e integrador.
Según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, las empresas del sector deben de orientar cada vez más su actividad hacia un producto de alto diseño, calidad y valores pedagógicos, para poder competir en los mercados internacionales donde el factor precio es decisivo. Es por ello que el contenido pedagógico es una de las bases de partida de Mi Refugio Infantil, el cual toma la ‘Teoría de las inteligencias múltiples’ de Howard Gardner. Esta analiza y potencia a cualquier niño de forma transversal, tenga o no discapacidad, y facilita a los pequeños aprender de forma divertida tanto nociones de matemáticas o idiomas como música o actividades artísticas.
Su visión pedagógica va más allá del apoyo en el proceso de diseño; se trata de una pedagogía activa en la que se asesora a padres y cuidadores en las posibilidades de juego que ofrece el módulo y cómo potenciar las distintas áreas de desarrollo de los más pequeños basándose en las inteligencias múltiples.
Además de estas oportunidades en la innovación y la pedagogía, sus promotores consideran que la gran oportunidad de negocio que ofrece Mi Refugio Infantil es la integración, ya que se trata de un espacio de juego para cualquier niño, adaptado a sus necesidades motoras, intelectuales o sensoriales y que permite el juego conjunto e integrador. También se han implementado las nuevas tecnologías para integrar sistemas de monitorización en los infantes que estén realizando actividades con Mi Regio Infantil, así como el desarrollo de aplicaciones para dispositivos móviles mediante realidad aumentada y otras tecnologías.
Este proyecto arranca de entender que para ver el futuro hay que mirar al presente de nuestros hijos. Es por esto que en Mi Refugio Infantil trabajan para ellos, para todos ellos. Han reinventado las casitas infantiles creando un espacio rico en posibilidades en el que desarrollar mil juegos individuales o colectivos, diseñado para poder ser compartido por niños y niñas de diferentes edades o capacidades. Su deseo es que los niños con cualquier tipo de discapacidad no sean meros espectadores en un parque o en cualquier zona de juego. Por ello han diseñado un espacio de juego en el que cualquier niño, sea cual sea su capacidad cognitiva o motora, pueda divertirse sin ningún tipo de discriminación, con actividades y retos a medida de cada usuario y grupos de gran diversidad.
Otra de las características del proyecto es el diseño de su estructura. Siendo esta fácilmente transformable, manipulable y ampliable, por lo que permite ser transportada. Además, puede adaptarse a la escala doméstica o pública, desde viviendas a espacios comerciales, pasando por colegios, ludotecas y hospitales.
El equipo de Mi refugio Infantil lleva más de 24 meses entregado cien por cien a la investigación, al desarrollo y al diseño de su producto. Un esfuerzo reconocido con diferentes menciones entre las que destacan el primer premio en modalidad de educación en el Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores de Injuve.
Desde el inicio, sus promotores tuvieron claro que necesitan investigación, desarrollo e innovación continuada y un buen equipo interdisciplinar para ofrecer un producto de calidad. Por lo que se han constituido como empresa emergente de la Universidad de Granada, contando en su equipo con tres profesores de dicha universidad y una de la de Málaga.
A pesar de que saldrán al mercado en noviembre, su tienda de venta ‘online’ estará lista en el mes de septiembre, por lo que podrán realizarse pedidos a través de ella.
Su deseo es que su producto se afiance en las líneas de educación, hospitalarias y espacios lúdicos infantiles en el ámbito nacional en los próximos tres años para posteriormente poder incorporarse al mercado internacional.

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